Aldo y Yago están pasando noches llenas de estrés y faltas de sueño: Aldo, después de una llamada de Roberto Carrera, y Yago, después de unas horribles pesadillas mientras duerme en la calle.

Victoria disfruta nadando en la alberca de la mansión si saber que alguien la observa sin perder detalle desde un árbol cercano. Por otro lado, Milagros y Lina traman una nueva iniciativa empresarial.

Melina se acerca a Elena y le ofrece su amistad. Celso y Yago, por otro lado, consideran qué hacer.

Te presentamos a Sheryl y Rosmery, una acaba de perder su carrera, la otra, su trabajo. Ambas son unas no tan simples muchachas a quienes el destino las separó para siempre... bueno, al menos, eso es lo que ellas creían.

Alguien parece estar despertando nuevas emociones en la Mansión: Pablo desea volver a pintar, mientras Ivo tiene que atender una "flor de lío" en el jardín.

El supuesto asesino de Victoria Sirenio, Roberto Cárdenas, es interrogado al salir de la cárcel después de veinticinco años, mientras que Morena y Gardel tienen un encuentro casual.

LIna le hace un misterioso favor a Morgan mientras la señora Angélica trata de enseñar a Milagros a hablar correctamente.

Aldo hace un brindis para celebrar la llegada de Melina a la mansión mientras Yago le explica a su nuevo amigo citadino el propósito de su viaje a Buenos Aires: esclarecer la verdadera historia de Franco y Victoria Sirenio, sus verdaderos padres.

Federico y Damián hablan de negocios mientras Ivo planea vengarse de Milagros.

¡Aprendemos más sobre el origen de Yago y también sobre sus notables habilidades de combate!

Mientras Melina se prepara para mudarse a la mansión, Yago intenta entender la siempre cambiante historia de su nuevo "amigo" Celso y continúa la búsqueda de su preciada motocicleta.

Milagros trata de defender su reputación en la mansión, dejando a las apretadas de Vicky y su mamá con la boca abierta. Mientras tanto Ivo trata de convencer a Pablo de que se reconcilie con su padre.

De regreso en Buenos Aires, Gardel se reúne con sus viejos amigos, quienes lo ponen al corriente de lo que ha pasado en tantos años que ha pasado lejos de la ciudad.

Milagros le da a Ivo una cucharada de su propia medicina.

Mientras Yago le implora a Celso para que lo ayude a recuperar su motocicleta, el abuelo de Morena le advierte de los peligros que entraña el hecho de hacerse pasar por argentina para encontrar trabajo en Buenos Aires.