Haciéndose pasar por un duque español llamado Ignacio, el artista del engaño y la actriz, Amalia, visitan la embajada de España mientras el agente Suárez visita a la azafata con la esperanza de obtener mayor información sobre "Pierre Bernard".

Haciéndose pasar por el Marqués Ignacio, Wilson convence al embajador de España en Colombia de organizar un evento para promover la película que quieren filmar para juntar fondos.

"Felipe Urrutia" se ve forzado a contarle a Amalia que él no es la persona que dijo ser.

El dinero continúa sin ser un problema para Felipe Urrutia, quien logra tirar de varias cuerdas para mantener su actuación con la actriz, Amalia Durango.

Mientras el estafador inventa otro plan para tratar de que el Agente Suárez se desvíe de su rastro, el Agente Suárez lucha por mantenerse en el caso y le da una buena palabra al Agente Hurtado.

Felipe cuenta en la radio la historia de su vecino, Tobías, que tenía un aire misterioso y extraño y al que todo el vecindario temía y evitaba.

Laura continúa siendo entrevistada para la radio. En cuanto a los ladrones, tendrán que mantener a Zazén tranquilo si quieren convencer al comprador que la transacción es legítima.

Jaime y Andrea están en problemas con su jefe por lo que éste percibe como un mal manejo del caso.

¿Después del incidente con el agente Suárez, podrá nuestro estafador continuar su relación con la actriz Amalia?

Al darse cuenta de que le han vaciado su caja de seguridad, la víctima del estafador se queja con la administración del hotel.

Federico intenta consolar a una devastada Laura trás el robo de su perro guía. Mientras tanto, los maleantes roba-perros intentan vender a Zazén.

La azafata y amante del estafador ya sabe que él no es quien dice ser. ¿Lo entregará a las autoridades o seguirá su juego?

Laura habla en la radio sobre su deseo de enseñar a los invidentes los beneficios de tener un perro guía mientras que en un recuerdo, los ladrones discuten sobre la mejor manera de tratar al perro robado, Zazen.

Federicio llega para consolar a Laura, mientras los ladrones discuten sobre la mejor forma de lidiar con el perro y realizar su venta.

Mientras el estafador huye de otra escena, su cómplice le pide que se tome un pequeño descanso de sus travesuras y de Amalia Durango.