A pesar de todos los accidentes y malentendidos, la relación entre Morena y Yago parece ir por buen camino. Lucio, por su lado, sigue empeorándose.

Morena trata de evadir el flirteo de un compañero de trabajo. Mientras, Gardel recibe la feliz sorpresa de un visitante inesperado.

Adolfo se reúne con Roberto Cárdenas, quien acaba de salir de la cácel. Mientras tanto, en la cena en casa de los Sirenio las cosas se ponen tensas y, por su parte, Yago descubre un secreto más sobre su pasado.

Mientras Lucio recuerda a su sobrino desaparecido, su familia discute qué es lo mejor para él: hablar y desahogar esos tristes recuerdos, o mejor enfocarse en su boda con Melina y sepultar el recuerdo de Fabio Sirenio para siempre.

Yago está decidido a averiguar la verdad al respecto de la muerte de su madre.

Morena está dispuesta a seguir ayudando a Yago para obtener información sobre Fabio Sirenio a condición de que Yago le diga cuál es su relación con el desaparecido personaje.

Morena prepara los últimos detalles de la fiesta de bodas y platica con Melina sobre su pasado.

Gracias a Morena, Yago se acerca a la verdad sobre Fabio Sirenio. Gardel advierte que algo huele mal y deben andar con cuidado.

Tras encontrar a Lucio desmayado en la calle y llevarlo al hospital, Yago conoce, sin saberlo, a su tío.

Yago reflexiona sobre su situación. Roberto Cárdenas visita la mansión de los Sirenio sólo para descubrir que, evidentemente, no es bienvenido.