Andrea intenta cuidar de Ivo, pero él rechaza su oferta. Doña Angélica le va a contar a Milagros la historia de su familia, siempre y cuando ella no le interrumpa demasiado.

Roberto le suplica a Mercedes de que lo escuche, pero aparentemente está pasado de copas. Melina cuida a Yago en su recuperación.

Ivo adolorido busca algo de consuelo en las manos cariñosas de Mili. ¿Será una artimaña más o una manifestación sincera de afecto?

Roberto persiste en hablar con la mamá de Morena. Melina, mientras tanto, se aprovecha del estado de Yago.

Se prepara una gran fiesta en la mansión y la señora Angélica tiene planes para Milagros. Sin embargo, un nuevo choque con Ivo puede dejarla por fuera de la recepción.

Laura intenta darle consejos a Morena sobre su vida amorosa, pero Morena no parece muy interesada en dejar que otras personas decidan por ella.

Angélica le pide a Bernardo que se asegure de lo que pase en la Mansión antes de contarle, para no tener que pasar por el bochorno que pasó con Rocky. Milagros disfruta de su propio malentendido.

Melina cuida las heridas de Yago, a pesar de que Yago no está convencido de sus métodos. Otros, como Roberto Cárdenas, prefieren ahogar las penas.

Se anuncia la preparación de una gran fiesta con muchas sorpresas en la mansión; pero lo sorprendente es que muchos de los personajes no vean la verdad frente a sus ojos.

Yago no nació para estar encerrado en una celda. ¿Quién vendrá finalmente a su rescate?

En esta casa, todos parecen estar locos: Rocky quiere definir su situación laboral y al fin descubrimos qué motivó a Angélica a despedirlo.

Yago sufre su condena en la cárcel y Morena intenta consolarlo: la vida entre rejas es difícil para un hombre que creció en la selva.

Victoria y Luisa quieren saber las razones porqué Morgan fue despedido, mientras Mili le cuenta a Lina qué pasó con el regalo que le había dado Ivo.

Melina interrumpe una discusión entre sus dos amantes, los hermanos Sirenio. La salud de Lucio empeora con la confrontación.

Es la hora de la despedida de Morgan y las emociones están a flor de piel. La señorita Victoria, ignorando el destino de su leal chofer, planea una trampa para su amante misterioso.