Gracias a Morena, Yago se acerca a la verdad sobre Fabio Sirenio. Gardel advierte que algo huele mal y deben andar con cuidado.

Darío ya no quiere marcharse de Adícora, Venezuela, un paraíso para la práctica del Kitesurf.

Morena prepara los últimos detalles de la fiesta de bodas y platica con Melina sobre su pasado.

Carlos Manuel Rodríguez nos lleva a conocer La Loma, en Cabarete, República Dominicana.

Morena está dispuesta a seguir ayudando a Yago para obtener información sobre Fabio Sirenio a condición de que Yago le diga cuál es su relación con el desaparecido personaje.

El equipo de Kikiriki sigue ocupado con la misión de atrapar a todos los animales sueltos.

Yago está decidido a averiguar la verdad al respecto de la muerte de su madre.

Sergio de Monterrey, México, nos habla de la gran variedad de ámbar y de sus usos en la creación de collares y otros accesorios.

Mientras Lucio recuerda a su sobrino desaparecido, su familia discute qué es lo mejor para él: hablar y desahogar esos tristes recuerdos, o mejor enfocarse en su boda con Melina y sepultar el recuerdo de Fabio Sirenio para siempre.

Un paro camionero en la vía a la costa le permite a los vendedores locales ofrecer sus productos: en este caso no se trata de agua sino de ánimales exóticos.

Mili busca mejorar la relación con su jefe, Federico, después de la dramática pelea que tuvo con Andrea.

Adolfo se reúne con Roberto Cárdenas, quien acaba de salir de la cácel. Mientras tanto, en la cena en casa de los Sirenio las cosas se ponen tensas y, por su parte, Yago descubre un secreto más sobre su pasado.

Bienvenidos a la isla Gorgona, en el pacífico colombiano, donde viven más de cincuenta especies de serpientes. Afortunadamente, sólo hay cuatro venenosas.

Mili busca a Tito y lo encuentra en donde menos esperaba. Por su parte, Ivo se lleva una desagradable sorpresa cuando trata de arreglar las cosas con Andrea.

Los miembros de Kikiriki debaten sobre la importancia de los derechos humanos y de nuestra responsabilidad por protegerlos.