Esta parte nos revela detalles importantes sobre el contexto que le permitió a Pablo Escobar convertirse en uno de los peores criminales de la historia de Colombia.

Sigamos viendo el contexto desde el cual Pablo Escobar comenzó a fabricar su futuro y el modo en que la sociedad colombiana se reía de aquel provinciano que algún día se asombró con la pobreza de los ricos de su ciudad.

A pesar de decir públicamente que no estaba involucrado con el narcotráfico, la popularidad de Pablo Escobar seguía creciendo. Mientras eso ocurría, los industriales y políticos colombianos se iban rindiendo a sus pies.

Al actuar como una especie de Robin Hood que ayudaba a los pobres de su ciudad, Pablo Escobar generó un fuerte impacto social y político en la sociedad colombiana.

La política sedujo a varios narcotraficantes en Colombia. Pablo Escobar y Carlos Lehder fueron algunos de los criminales que irrumpieron en la escena política colombiana.

Continuamos con más de la historia de Pablo Escobar, donde hace pública en un foro del Congreso de la República colombiana su oposición a un tratado de extradición establecido entre Colombia y Estados Unidos.

Las acusaciones del Ministro de Justicia de la época, Rodrigo Lara, contra Pablo Escobar dan un giro importante en la historia del Cartel de Medellín, cuando Rodrigo Lara es asesinado y no hay dudas de quién ordenó su asesinato. Pablo Escobar es sacado del Congreso y se crea una especie de pelea entre él y las élites políticas colombianas.

Después del asesinato del ministro de Justicia muere también asesinado el periodista Guillermo Cano, tras publicar en el periódico El Espectador revelaciones sobre Pablo Escobar. El hijo de Guillermo Cano y otros periodistas nos cuentan los hechos de la época.

El hijo de Guillermo Cano, una de las víctimas de Pablo Escobar, recuerda los terribles momentos cuando recibió la noticia de la muerte de su padre antes de la Navidad. Al mismo tiempo, el Gobierno de Colombia decide reinstaurar la extradición para dar cese al terrorismo de los narcos.

Veamos la forma en la cual Pablo Escobar, reclutando cientos de jóvenes para manejar su empresa de exportación de cocaína, siembra la violencia en la ciudad de Medellín.

Los testigos de la época nos siguen narrando los sucesos y la forma en la cual Colombia se estaba convirtiendo en una "narcodemocracia". Cualquier periodista o persona que hiciera un comentario suelto era asesinado por el cartel de Medellín que seguía librando una sangrienta batalla contra el Estado colombiano.

El reinado de terror de Pablo Escobar continúa y asume nuevos matices con el asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán. Su sucesor natural, César Gaviria Trujillo, describe lo que sucedía en aquel momento.

Para hacer frente al terrorismo, un nuevo grupo de militares comienza a prepararse en las sombras bajo el mando del coronel Yair Klein.

Con el bombardeo al diario El Espectador y la matanza indiscriminada de candidatos políticos por parte de la gente de Pablo Escobar, Colombia había tocado fondo. ¿O no todavía?

A finales de los ochenta, los ciudadanos de Medellín vivían en medio del terrorismo. Asesinatos, atentados y secuestros estaban a la orden del día. Mucha gente pedía que se dialogara con Pablo Escobar y se buscara una negociación de paz.