Melina se acerca a Elena y le ofrece su amistad. Celso y Yago, por otro lado, consideran qué hacer.

Aldo y Yago están pasando noches llenas de estrés y faltas de sueño: Aldo, después de una llamada de Roberto Carrera, y Yago, después de unas horribles pesadillas mientras duerme en la calle.

Ni Aldo ni Melina pueden dormir y esto los lleva a un encuentro en la cocina. Parece que Yago también sufre de insomnio.

Mientras la ciudad sigue empujando a Yago a los límites de su cordura, Roberto Cárdenas hace sus intensiones claras frente a Aldo Sirenio.

Yago quiere que Morena le ayude a conseguir una entrevista con Aldo Sirenio. ¿Qué tendrá que hacer para conseguir que ella le ayude? ¡Seguramente no involucrará montar a caballo por las calles de Buenos Aires!

Yago confronta el fachada de indiferencia de Morena para poder obtener una reunión con Aldo Sirenio.

La situación se hace tensa cuando, al salir de la cárcel después de una sentencia de veinticinco años, Roberto Cárdenas se aparecen en la oficina de Aldo Sirenio.

Morena se merece una llamada de atención por parte de su amiga, debido a que se sigue sin concederle importancia a sus sentimientos por Yago.

En este episodio seremos testigos de un par de encuentros intensos entre Celso y Yago y Aldo y Melina.

Yago encuentra su moto robado y demuestra que él también tiene cómo sobrevivir a la selva de cemento.

"Melina" hace malabares para no ser descubierta por Lucio.

Yago finalmente ha recuperado su moto y en el proceso se ganó la admiración de su amigo Celso.

A Laura no le gusta para nada que Morena vaya a encontrarse con Yago. Por otro lado, Gardel expresa su preocupación en la selva de asfalto.

Morena acepta dar una vuelta en la moto de Yago, mientras Luisa, algo confundida, intenta entender quién se va a casar con quién.

Una nueva reunión de Yago con Morena ocasiona un nuevo desencuentro entre ambos. Por otro lado, "Melina" está lista para dejar de mentirle a Lucio, ¿o tal vez no?