Guillermina y Candelario van a jugar un partido de fútbol a la playa y terminan descubriendo muchas cosas interesantes sobre unos inesperados visitantes.

Guillermina descubre algo fantástico en la orilla de la playa por lo que corre a decirle a Candelario y al abuelo.

Guillermina y Candelario deciden esconder su tesoro como lo hacían los antiguos piratas pero muy pronto se darán cuenta que alguien los está viendo.

Guillermina y Candelario van a un concierto en el fondo del mar, pero en el camino descubren que Charly Fish, el trombonista, ha desaparecido.

Después de conseguir a Charly Fish, Guillermina y Candelario lo ayudan a volver a estar feliz para el concierto en el fondo del mar.

Guillermina y su abuelo encuentran a Candelario un poco triste después de todo lo que ocurriera en la competencia de surf.

Guillermina y Candelario comparten con su abuelo todos los detalles sobre las competencias del evento. Además de las sabias palabras de su abuelo, Candelario recibirá algo inesperado.

Guillermina está triste después de la broma que le hiciera Candelario con respecto a su pelo. Sin embargo, pronto encontrará a alguien que le ayudará.

Después de su discusión con Candelario, Guillermina termina en un lugar en el cual será tratada como una verdadera reina.

Guillermina y Candelario deciden darle una sorpresa a su abuelo para su cumpleaños.

El abuelo finalmente descubre la sorpresa que le tienen Guillermina y Candelario. Antes de ello, sin embargo, los pequeños le cuentan a su abuela todo lo que pasó con la Señora Mirla.

Guillermina sueña poder saltar como la rana, sin embargo, las cosas no salen como ella pensaba.

Durante la competencia, Guillermina y su amiga la rana ponen a prueba todo su talento.

Guillermina y Candelario se van de pesca con su abuelo y una nueva aventura está por comenzar.

El abuelo y sus nietos tienen una pesca inolvidable pero seguramente nadie les creerá después de lo que decide hacer el abuelo.