La señora Carmen nos habla sobre su restaurante, ubicado en Yawarkucha, Ecuador, donde los turistas nacionales y extranjeros van a disfrutar de un plato de tilapia.

"Felipe Urrutia" se ve forzado a contarle a Amalia que él no es la persona que dijo ser.

Después de salir de la cárcel Roberto visita a una vieja amiga en un bar. Mientras tanto, en la empresa de los Sirenio, se descubre la verdadera nacionalidad de Morena.

Eduardo conoce un nuevo teatro donde se dictan clases de actuación y nos cuenta sobre su experiencia en la televisión.

El dinero continúa sin ser un problema para Felipe Urrutia, quien logra tirar de varias cuerdas para mantener su actuación con la actriz, Amalia Durango.

El Día de Muertos se celebra el dos de noviembre, en Ecuador, la costumbre es preparar e intercambiar entre familiares y amigos diferentes comidas, música y oraciones.

Después de la dramática salida de Morena, Yago visita al convalesciente Lucio en la mansión donde Aldo no puede evitar sospechar que podría tener otros motivos.

Mientras la madre de Morena finalmente tiene la oportunidad de confrontar a Roberto Cárdenas sobre su pasado, el futuro de Morena en la empresa corre peligro cuando se revela su nacionalidad peruana.

Mientras el estafador inventa otro plan para tratar de que el Agente Suárez se desvíe de su rastro, el Agente Suárez lucha por mantenerse en el caso y le da una buena palabra al Agente Hurtado.

Lucio jura defender a Luisa contra el abuso de su hermano y la insta a denunciarlo.

Mientras Luis continúa su conversación sobre sus creencias políticas, la situación es cada vez más incómoda en la mesa.

Andrea llega a la casa con una importante noticia que dejará a Angélica bastante trastornada. Sin embargo, Luisa no deja que Andrea diga todo lo que sabe advirtiéndole que la noticia podría destruir a toda la familia.

Felipe cuenta en la radio la historia de su vecino, Tobías, que tenía un aire misterioso y extraño y al que todo el vecindario temía y evitaba.

Laura continúa siendo entrevistada para la radio. En cuanto a los ladrones, tendrán que mantener a Zazén tranquilo si quieren convencer al comprador que la transacción es legítima.

Jaime y Andrea están en problemas con su jefe por lo que éste percibe como un mal manejo del caso.