Una fogata en medio de la fría noche crea el escenario ideal para que dos mujeres confiesen sus secretos. Luciana le dice a Julia lo mucho que El fuereño le recuerda a un viejo amor. Sin embargo, Julia se niega a expresar sus verdaderos sentimientos. Mientras tanto, el joven Valente considera una atractiva pero peligrosa oferta.

Gardel está devastado cuando Yago descubre la verdad. ¿Será capaz de recobrar el amor de Yago? Por otro lado, Ramón está preocupado por la seguridad de sus propios secretos.

Finalmente, los Beltrán y los Landero se dan cuenta de que su enemigo común, conocido ya por todos como "El fuereño", es parte de su pasado.

No es fácil pedir perdón, especialmente cuando hay que rogarle a una mujer tan difícil como Miliagros. ¿Será que se apiada de Ivo por esta vez?

Es el tiempo de decisiones para Valente y Julia. ¿Se casará Julia con Alberto? ¿Superará Valente su resentimiento? Tal vez las decisiones terminen coincidiedo...

El terrible descubrimiento de Yago va a cambiar su vida completamente. Lucio también está listo para hacer cambios drásticos desconociendo el drama que está a punto de causar. Sólo hay algo seguro: todo va a cambiar muy pronto.

Mili se pregunta cómo hubiera sido su infancia de haber tenido a su madre junto a ella cuando era niña. Sin duda la vida de nuestra heroína ha sido díficil. Sin embargo, y afortunadamente para Ivo, el corazón de Mili no ha perdido la capacidad de amar.

Ahora que el joven Valente Rojas ha demostrado que sabe cómo defenderse, sus enemigos deciden recurrir a medidas extremas: por una parte el viejo Landeros intenta sobornar a Juliana para que sea ella misma quien mate a Valente. Por otra, el prepotente primogénito de la familia Landeros decide que quizá sea mejor contratar a un profesional para hacer el trabajo sucio.

El peligro siempre está asechando a Valente Rojas, sea de frente o a traición y por la espalda. Sin embargo, como bien lo muestra esta escena, nuestro joven héroe sabe muy bien cómo poner a sus enemigos en su lugar.

Yago se siente traicionado por su padre adoptivo. Las mentiras que le ha hecho creer por tantos años son ya insostenibles. Mientras tanto, Morena no puede superar el hecho de que Yago le haya robado la querida fotografía de sus abuelos.