Carlos nos presenta a los Muiscas, una de las civilizaciones precolombinas más desarrolladas que habitaba en la parte central de la actual Colombia.

El paciente presenta unas lesiones extrañas en la boca. El doctor está listo para ofrecer su diagnóstico y recertar un tratamiento.

Milagros está lista para empezar su nueva aventura como empresaria. Rocky, por su parte, se cree psicoanalista.

Verónica nos explica acerca de un tipo de terapia que ella llama "reprogramación psicocorporal", que tiene como objetivo mantener el equilibrio dentro de los seres humanos ajustando cuánto énfasis se le da a las diferentes necesidades en diferentes momentos de la vida.

La banda graba el demo que enviarán a la Radiotronic. Camilo piensa que no vale la pena participar en un corcuso de adolescentes.

Cleer se siente enferma y decide llamar a concertar una cita médica. Para eso tiene que hablar con la recepcionista.

El doctor continúa su examinación de Diego, brindándole más consejos de cómo lidiar emocionalmente con el dolor.

La relación de Milagros e Ivo se hace cada vez más íntima, mientras que Federico amenaza a su propia esposa.

Conocemos más detalles sobre los burros en el Santuario, cómo los utilizan para terapias de muchos tipos, qué trato reciben cuando tienen edad geriátrica y lo que pasa con ellos cuando les llega su hora.

Cuando el engaño no funciona, Wilson recurre al enojo. Jaime y Andrea poco a poco se van acercando a su pista.

Cleer intenta resolver la pequeña crisis que se desató en la oficina. Para eso, tiene que renegociar con un cliente los términos de su contrato.

Verónica está a punto de mudarse a México: Debe vender su casa, organizar el vieja y encontrar un nuevo hogar. Pero gracias a su manera de ver el mundo, encuentra la calma para hacerlo todo.

Milagros intenta entender el sacrificio de su madre y cómo marcó su propia vida. Federico teme que Milagros haya descubierto su secreto.

La banda consigue nueva guitarrista y Camilo la quiere robar, mientras su padre se reúne con el primer ministro.

Conoce las haciendas de Cuzamá, un lugar escondido en la selva de Yucatán en el que puedes admirar los restos de haciendas coloniales antiguamente dedicadas a la producción del henequén o sisal.